Gerencia en Multinflación
Para gestionar bajo un entorno de multinflación las empresas deben revisar sus procesos, preparar al talento para una gestión exigente, usar adecuadamente la tecnología, tomar conciencia de la capacidad de ser sostenible en el tiempo, explorar alternativas de nuevos servicios y/o productos, y adecuar la estrategia; de no hacerlo corren el riesgo de desaparecer como empresa o como organización, porque la poca capacidad de adaptación para enfrentarse a esta complejidad de distintos niveles de inflación puede derivar en que la respuesta gerencial sea muy tardía o incorrecta.
Otro aspecto que deben tomar en cuenta las empresas en una economía multinflacionaria, es revisar sus sistemas de información. Los sistemas de
información tradicionales basados en: balance general, ganancias y pérdidas, estructura de costos, ventas y gastos, presupuesto, pierden importancia relativa para la toma de decisiones.
En una economía multinflacionaria la vigencia o la importancia relativa de cada una de ellos cambia.
El balance general y el estado de ganancias y pérdidas pierden importancia relativa; el flujo de efectivo cobra una importancia vital como un predictor temprano de lo que va a ser la realidad futura de la empresa en las próximas semanas o meses, es quien da las primeras señales de que algo anda o no anda bien.
En el caso particular del presupuesto tradicional pierde vigencia y surge el “presupuesto móvil”; es decir un presupuesto que dependiendo de si la empresa está en una economía inflacionaria o de hiperinflación, en esa misma medida tendrá que cambiar el presupuesto con menor o mayor frecuencia.
En este entorno es fundamental y primordial para cada empresa que conozca cuál es su inflación interna, normalmente las gerencias de las empresas obtienen del organismo competente el Índice de Precios al Consumidor o de un especialista que estima la inflación en forma macroeconómica; en el entorno actual con un alto grado de dispersión entre los distintos niveles de inflación el obtener esta información macro no es suficiente, es información referencial pero no útil para la toma de decisiones.
Igualmente en este entorno, las empresas deben revisar sus indicadores de gestión o BSC y cuestionarse si los mismos siguen siendo pertinentes para los desafíos que se deben afrontar y lo más importante; preguntarse si están alineados con la estrategia. Lo más probable es que se requieran nuevos indicadores de gestión, que pongan foco en las 2F, el Flujo de Efectivo y la Fuga de Talento. Cada empresa tendrá que analizar su situación y determinar cuáles van a ser esos nuevos indicadores de gestión que estén en línea con la estrategia.
El estar en una economía multinflacionaria, está directamente relacionado con la presencia de una diversidad de tipos de cambio, que al fin y al cabo es el subyacente que origina el entorno de multinflación, en la medida en que el rango entre los distintos tipos de cambio se haga mayor o menor, en esa misma medida tendremos o no una economía multinflacionaria
Para finalizar, el aspecto fundamental en una economía multinflacionaria es la gestión del talento, hay que fidelizarlo, será necesario no solamente para superar la crisis, sino que será necesario para afrontar un mejor porvenir.